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  • Aluna Acompañamiento Psicosocial, A.C.

Perder el horizonte de esperanza: lo peor que puede pasar en contextos de violencia sociopolítica


*Foto: Rodrigo Islas Brito


La semana pasada nos reunimos en la ciudad de Oaxaca 10 organizaciones de derechos humanos de México, co-partes del Servicio Civil para la Paz de Pan Para el Mundo, para analizar en colectivo el contexto de violencia sociopolítica que se vive en el país e idear, frente a ello, respuestas articuladas de actuación desde la sociedad civil.


En este marco, Clemencia Correa, directora de Aluna Acompañamiento Psicosocial, expuso que ante la crisis humanitaria que se vive a nivel nacional, las organizaciones partícipes del encuentro “Construyendo en colectivo caminos hacia la paz con justicia”, compartimos las siguientes preocupaciones:

  • El aumento de la macro criminalidad.

  • La disputa latente por el control territorial que involucra a dueños y operadores de megaproyectos y a grupos criminales, con la aquiescencia de actores estatales.

  • Y los impactos de ello en las comunidades y poblaciones.

La gran pregunta que nos hacemos es ¿Cómo construir paz en estos contextos de violencia?, señaló en entrevista para el programa Liga Revueltas.


Correa detalló que el aumento de la maco criminalidad en el país está implicando, a su vez, que otras problemáticas se agraven, como el desplazamiento forzado y la migración, las cuales no son nuevas, pero sí cada vez más deshumanizantes. Las poblaciones que enfrentan estas problemáticas se encuentran en mayor vulnerabilidad, por ejemplo, por la atrocidad del trato contra personas migrantes o por la profundización de prácticas como la tortura, la violencia sexual o la “nueva esclavitud moderna”, que refiere el trabajo forzado de personas para fines distintos.


Uno de los retos que enfrentamos las organizaciones de derechos humanos es cómo hacemos visibles estas violencias y cómo las nombramos, porque “si no nombramos lo que sucede, no sabemos en dónde estamos y estamos confundidos/as”. Además de ello, tenemos la responsabilidad de buscar soluciones, siempre en conjunto con las poblaciones afectadas, pues lo peor que nos puede pasar es “perder el horizonte de esperanza”: pensar que perdimos, que ya no hay nada que hacer.


Respecto de los retos del trabajo psicosocial en el contexto actual mexicano, Clemencia Correa, psicóloga de formación, dijo que es fundamental:

  • Abordar, en los procesos de acompañamiento, los impactos individuales, colectivos y comunitarios, ya que el trauma psicosocial que genera la violencia sociopolítica trasciende el plano personal.

  • Apoyar a contrarrestar la normalización de la violencia, pues al normalizarla ya no hay forma de actuar.

  • Ya que la acción de los actores mencionados busca generar terror entre la población y con ello incertidumbre y silenciamiento, aportar a afrontar el miedo.

  • Contribuir a reconstruir un tejido social humanizado, dado que “la violencia tan brutal” que se vive “está llevando a una deshumanización total”.

  • Caracterizar a los actores que ejercen las violencias: saber cómo actúan, cuáles son sus intereses, apuestas e intenciones. Ya que, si no comprendemos su forma de actuar, será muy difícil trazar medidas de seguridad acordes.

  • Frente a la macro criminalidad y la presencia militar tan poderosa, construir procesos de protección-seguridad que permitan a las personas y comunidades permanecer en sus territorios.


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